En el sexo nos da miedo pensar que no vamos a rendir como es debido y eso nos puede pasar facturas en nuestra cabeza...
Como conseguir un Squirting
COMO LLEGAR AL SQUIRT TU MISMA
En la mayoría de casos asociamos el squirt con la eyaculación femenina, pero lo cierto es que son cosas distintas.
Es muy probable que esto sea así por la imagen que nos creamos al respecto al compararlo con la eyaculación masculina.
Al pensar en el squirt imaginamos un chorro de agua saliendo a presión de nuestras vaginas, y en parte es cierto, pero no al 100%.
Hasta hace muy poco no había consenso en el ámbito científico sobre qué era el squirt, de hecho, si realizáis una búsqueda rápida en Google veréis cientos de respuestas diferentes, incluso contradictorias.
Esto se debe a que la mujer históricamente no había sido sujeto de investigación en la medicina, por lo que no se conocía prácticamente su anatomía.
Sin embargo, recientemente se han realizado investigaciones que han aportado algo de luz al tema.
SQUIRT VS EYACULACIÓN FEMENINA
Las mujeres, durante las relaciones sexuales segregamos distintos fluidos, entre ellos la lubricación, pero también lo que denominamos squirt y eyaculación femenina.
Tanto el squirt como la eyaculación femenina son segregaciones, pero cada una procede de un lugar distinto.
En el caso del squirt, el líquido expulsado es orina diluida en agua durante el encuentro sexual, y procede, obviamente, de la vejiga urinaria, por lo que se expulsa por la uretra.
Sin embargo, en el caso de la eyaculación femenina, el fluido es algo más blanquecino y espeso, y lo segregan las glándulas de Skene, cuyos orificios están situados a ambos lados de la uretra.
Otro mito relacionado con estas prácticas es que se producen durante el orgasmo, lo cual no necesariamente tiene que ser así. Algunas mujeres lo experimentan antes del orgasmo.
CÓMO PROVOCAR UN SQUIRT
Aunque a veces el squirt sucede de forma espontánea también podemos provocarlo de una forma relativamente sencilla que te contamos a continuación:
LA EXCITACIÓN
Lo primero que debemos tener en cuenta es el nivel de excitación. Cuanto más excitadas estemos más fácilmente podremos lograrlo.
LA ESTIMULACIÓN
Para que se produzca el squirt es necesaria una estimulación profunda del clítoris, ya sea con una succión, una vibración o una presión potente (aunque siempre siendo delicados, que la zona lo merece).
Algunos vibradores están diseñados específicamente para facilitar este proceso, pero sirve cualquiera que sea lo suficientemente largo como para que pueda presionar la pared que separa la vejiga de la vagina. Y si además tiene la punta un poco curvada mejor aún.
Pero también puedes llegar a experimentarlo con un succionador potente que consiga estimular el clítoris en su totalidad y no solo la parte externa.
LA POSTURA
Si estás sola te recomendamos que te sitúes de rodillas sobre una superficie cómoda, de forma que puedas insertar con facilidad los dedos o un dildo en tu vagina.
Una vez introducidos, realiza movimientos similares al que hacemos para pedir a alguien que se acerque, de forma que estimulemos la pared frontal de la vagina (hacia el ombligo).
Si notas la sensación de hacerte pis es que estás cerca. No trates de contenerlo, déjalo ir relajando la musculatura y disfruta el momento.
Si estás acompañada el proceso es similar, aunque suele ser más cómodo que la persona a la que se quiere provocar el squirt esté tumbada bocarriba mientras que la otra persona introduce sus dedos o un dildo.
Otra postura cómoda en compañía para buscar un squirt es el perrito, pero hay que tener en cuenta que en este caso los movimientos en vez de hacia arriba habrá que realizarlos hacia abajo, en dirección a la cama o el suelo.
NO PASA NADA SI NO LO LOGRAS
Sabemos que nos repetimos mucho, pero os aseguramos que es necesario.
El sexo es para disfrutarlo, y si una práctica pasa de ser una diversión o una curiosidad a una obsesión no vale la pena.
Algunas personas tienen más facilidad para alcanzarlo y otras menos y esto se puede deber únicamente a cuestiones anatómicas, pero no hay nada de malo en ninguno de los casos.
Ten claro que las expectativas que nos ha podido crear el cine para adultos no son realistas, así que no queráis que pase como si fuerais una de las protagonistas.
Y, por último, experimentar un squirt no aporta más placer, de hecho, ya hemos dicho que no necesariamente van ligados al orgasmo, por lo que no te pierdes nada si no lo consigues, solo te quedas con la curiosidad.