En el sexo nos da miedo pensar que no vamos a rendir como es debido y eso nos puede pasar facturas en nuestra cabeza...
LOS PIERCINGS Y EL SEXO
LOS PIERCINGS Y EL SEXO
Los piercings, más allá de ser una moda o un mero complemento estético, han pasado a ser también una forma de aumentar el placer en los encuentros sexuales, tanto en personas con pene como en personas con vulva.
Y es que existen algunos piercings cuyo objetivo principal es ese: DAR PLACER.
Por qué hacerte un Piercing
Una de las principales motivaciones para hacerse un piercing, además de la estética, es que pueden alterar las sensaciones.
El grado en el que lo hagan dependerá de muchos factores como la parte del cuerpo en la que se realice, el diámetro de la aguja, la pieza de joyería que se coloque y la fisiología de cada persona.
Cómo funcionan los Piercings
Antes que nada, debemos saber que existen muchas formas de aumentar el placer durante las relaciones sexuales, ya sea aumentando la excitación o estimulando directamente las zonas erógenas o incluso los órganos sexuales, de forma que podemos clasificarlos en dos grandes grupos.
Tipos de Piercings
PIERCINGS QUE AUMENTAN LA EXCITACIÓN
En realidad, en este grupo pueden estar incluidos todos los piercings ya que existe una filia llamada estigmatofilia que consiste precisamente en la atracción que siente una persona por otra con tatuajes y piercings.
Pero más allá de esto, existen algunos piercings que son especialmente sexys.
Algunos de ellos son más tradicionales, como puede ser el del ombligo, y otros menos comunes, como el piercing del pezón.
Con esto nos referimos a que el hecho de llevar estos piercings puede resultar atractivo para algunas personas, lo cual puede incrementar la excitación a la hora de un encuentro sexual, especialmente si no lo esperas y lo encuentras durante el proceso.
Pero algunos de estos piercings también pueden provocar de forma activa la estimulación de zonas erógenas, o incluso de la zona genital directamente.
PIERCINGS QUE ESTIMULAN ZONAS ERÓGENAS
EL PIERCING DEL PEZÓN
La zona erógena por excelencia, más allá de los genitales, son los pezones.
Evidentemente, cada persona es un mundo, y existe desde personas que adoran que les toquen los pezones hasta personas que lo odian.
Esto se puede deber al nivel de sensibilidad, de forma que si es demasiado sensible puede llegar a resultar molesto su estimulación.
Aún así, es más común disfrutar de esta práctica, siempre que se haga de forma adecuada.
Por eso, los piercings en los pezones, siempre que estén bien hechos, pueden resultar muy placenteros.
Pero, debemos tener en cuenta que esta sensación no siempre se produce desde el primer momento, ya que al fin y al cabo has perforado tu pezón con una aguja y después le has insertado una barra de acero.
Digamos que es posible que le tengas que dar algún tiempo.
EL PIERCING DE LA LENGUA
No siempre es necesario que la persona que lleve el piercing y la que experimente el placer sean la misma. El piercing de la lengua es el claro ejemplo de ello.
Y es que, el piercing de la lengua puede mejorar considerablemente el sexo oral, tanto en personas con pene como en personas con vulva, ya que el metal provoca un mayor estímulo que la lengua al ser este más duro y tener una textura lisa.
Además, mientras que la lengua aporta una sensación cálida, el metal se mantiene más frío, lo cual también puede aumentar el placer.
Una buena forma de jugar con este piercing es enfriarlo previamente con un hielo para potenciar esta sensación.
Pero también hay que tener claro que llevar el piercing no te convierte en un experto de la noche a la mañana, sino que como en casi todo, el factor psicológico tiene una gran influencia.
Aún así, con práctica y una buena técnica puedes convertirte en todx unx expertx.
PIERCINGS QUE ESTIMULAN LOS GENITALES
Algunos piercings pueden estimular de forma directa los genitales, ya que están ubicados en ellos.
Este tipo de piercings no son tan aceptados socialmente como el resto de los piercings, quizás porque se asocian al dolor que puede causar hacerlos y porque se asocian directamente a las prácticas sexuales.
En este sentido distinguimos entre los piercings en la vulva y los piercings en el pene.
PIERCINGS EN LA VULVA
Capuchón clitoriano vertical
El más popular de los piercings en la vulva es el CAPUCHÓN CLITORIANO VERTICAL, también llamado Hood.
Su popularidad se debe a que este piercing se apoya directamente encima del clítoris por lo que lo estimula de forma continua.
En este caso el piercing no atraviesa el clítoris, sino una fina capa que se encuentra sobre él. Habitualmente cura entre 4 y 6 semanas.
Piercing del clítoris
Para la realización de este piercing es necesario una anatomía muy concreta, de forma que en muchos casos no es posible realizarlo, pero si eres de las afortunadas que sí puede hacérselo notarás un gran aumento de la estimulación.
PIERCINGS EN EL PENE
Piercing Apadravya
Este piercing consiste en una barra de acero que atraviesa de lado a lado el glande. Debido a esto, el tipo de joya que utilices afectará mucho a la sensación que te provoque, por lo que es importante que juegues un poco y averigües cuál es el más adecuado para ti y para cada momento.
Se dice que este piercing puede ayudar a aumentar el número de eyaculaciones en la persona con pene, pero no sólo eso, sino que además también incrementa hasta en un 50% la estimulación en la otra persona, especialmente si tiene vulva.
Piercing Príncipe Alberto
Este piercing fue el origen de los piercings genitales en personas con pene.
La joya recorre la apertura natural de la uretra y se abre paso hacia el exterior a través de la pared de esta, sin dañar el glande.
Cosas que debes tener en cuenta a la hora de hacerte un piercing
Ahora que ya conoces los piercings más adecuados para aumentar la excitación o estimulación a nivel sexual debes tener en cuenta también algunas cuestiones a la hora de decidir hacértelos.
BUSCA UN ESTUDIO DE PIERCINGS
Ningún piercing debería hacerse en una casa con un alfiler, pero menos aún estos.
Es imprescindible asegurarte de que te lo haces en un comercio seguro, que tengan experiencia previa y que te garanticen todas las medidas higiénicas.
TIENES QUE SER REALISTA
Como ya hemos dicho, cada persona es un mundo y no puedes hacerte un piercing únicamente para aumentar la excitación o la estimulación ya que puede generarte unas expectativas que después no cumpla.
Los piercings, igual que los tatuajes, son un estilo de vida, una forma de comprender el arte y, en muchas ocasiones, su realización tiene casi carácter ritual.
Asegúrate de que te lo quieres hacer, independientemente de los resultados.
QUITARLO ES SIEMPRE UNA OPCIÓN
También es muy importante que tengas claro que los piercings se pueden quitar con mucha facilidad, aunque probablemente te quede una pequeña marca.
Por esto, si después de realizártelo tienes complicaciones o no te gusta, la mejor decisión puede ser quitarlo.
Siempre estarás a tiempo de volvértelo a hacer.
PUEDEN TENER COMPLICACIONES
Insistimos en que al final un piercing es una barra de acero que atraviesa una parte de tu cuerpo, sea la que sea, por lo que siempre existe riesgo de infección.
Si te haces un piercing y notas que la rojez no desaparece en un tiempo, vuelve al estudio donde te lo hayas realizado y consúltales tu situación. Nadie mejor que ellos sabrá qué decirte.
LOS PIERCINGS NO SE CURAN EN UNA SEMANA
Ten paciencia. Algunos piercings tardan hasta un año en curarse y es algo normal.
Mientras que tengan un aspecto sano no hay problema. Y como hemos dicho antes, si tienes cualquier duda sobre ellos puedes consultar al anillador que te lo hizo.
MANTEN UNA HIGIENE CONSTANTE
Tu anillador te dirá cómo debes cuidar de tu piercing, pero en términos generales lo recomendable es únicamente lavarlo con agua y jabón o con suero varias veces al día.
DISFRÚTALO
Si te has hecho un piercing o estás pensando en hacértelo, lo más importante es que lo disfrutes, que para eso te lo has hecho.