En el sexo nos da miedo pensar que no vamos a rendir como es debido y eso nos puede pasar facturas en nuestra cabeza...
Todo lo que debes saber sobre el Clítoris
¡HOLA SOY TU CLÍTORIS!
Un placer conocerte
Hoy vengo a hablaros sobre el clítoris, ese gran desconocido para algunas mujeres antes de que saliese a la venta nuestro querido Satisfayer o succionador de clítoris (si hablamos del desconocimiento por parte de muchos hombres ya ni te cuento).
Desde el verano pasado hasta ahora ha habido un enorme boom sobre el clítoris y su gran papel en el placer femenino, pero, en realidad, aparece por primera vez en la literatura científica allá por el siglo XVI. Asimismo, en 1953 el investigador Alfred Kinsey enfatizó la importancia que éste tenía en el orgasmo, y es que tras hablar con un gran número de mujeres, concluyó que era mil veces más fácil alcanzar el clímax a través de la estimulación externa del clítoris que mediante el coito.
Pero antes profundizar un poquito más en nuestro querido compañero, vamos a ver de una manera muy breve cuáles son las partes que conforman la vulva.
La vulva está formada por el monte de Venus (en la imágen aparece con el nombre de Pubis), los labios mayores y menores, las glándulas de Bartolino y de Skene (éstas últimas se encuentran un poco más arriba, justo bajo el meato urinario), la vagina o abertura vaginal, la uretra o meato urinario y por último el capuchón del clítoris, donde se encuentra el glande del clítoris.
Me gustaría aclarar que, al igual que físicamente cada cuerpo es único, nuestros genitales también lo son. Hay labios mayores y menores de distintos tamaños, con diferente grosor, vulvas de con más o menos vello, incluso con una gran variedad de colores. No hay una más bonita que otra porque, repito, cada vulva es única, y eso la hace maravillosa.
Después de esta pequeña exaltación a los genitales femeninos, vamos a continuar.
● La palabra clítoris proviene del griego “kleitoris” que significa pequeña colina.
● Mide entre 9 y 11 cm.
● Su tamaño no involucra la sensibilidad o la capacidad para obtener placer y llegar al orgasmo.
● Tiene 8000 terminaciones nerviosas.
● Es el único órgano destinado exclusivamente a dar placer.
Pero, el clítoris no es un “pequeño botón”, como lo describen muchas personas. ¡Es un iceberg! Os estaréis preguntando, ¿por qué? Pues veréis, lo es porque solamente podemos observar su glande, es decir, su parte externa (concretamente ¼ de su tamaño real que, como he dicho anteriormente oscila entre los 9 y 11 cm y 6 cm de ancho).
El glande del clítoris
Es muy fácil de localizar. Si mirás la imagen de antes (donde aparecen las partes de la vulva) podréis ver que el glande está situado justo donde se unen los labios menores por su parte superior, y se esconde bajo un capuchón.
Por otro lado, quiero comentaros que está formado por un tejido eréctil similar a una esponja, y se llena de sangre cuando nos excitamos, lo que hace que se haga más grande y se tense. Conforme va avanzando la excitación y estamos más cerca del orgasmo, los labios mayores y menores se hinchan, y el glande del clítoris se retrae. ¿Por qué se esconde? Lo hace para protegerse de una estimulación excesiva, ya que es muy sensible y puede llegar a irritarse, produciendo un efecto totalmente opuesto al que deseamos.
Dato curioso: esta gran sensibilidad a la estimulación es una de las razones por las que muchas mujeres se masturban simplemente acariciando el capuchón o la zona de alrededor, sin estimular directamente el glande.
Lo que no vemos
Sí, como hemos comentado anteriormente el clítoris es como un iceberg, por lo tanto hay una parte que no vemos, y esta es su parte interna.
En primer lugar encontramos el tronco, que también se conoce como tallo o cuerpo del clítoris. Éste tiene forma de cilindro y está formado por los cuerpos cavernosos y esponjosos, que están unidos y que se prolongan hasta el hueso púbico. El tronco finaliza dividiéndose en dos partes correspondientes a las dos estructuras que lo conforman, estas dos partes reciben el nombre de raíces. Las raíces del clítoris son unas largas y delgadas bandas de tejido eréctil que se extienden hacia atrás, pegándose a la parte inferior del hueso púbico. Pero esto no acaba aquí, ya que al lado de cada raíz encontramos dos bulbos de tejido eréctil, conocidos como bulbos vestibulares o bulbos clitorianos.
¿Os acordáis cuando comentábamos que el glande al llenarse de sangre se hinchaba y se tensaba? Pues los cuerpos cavernosos, los cuerpos esponjosos y los bulbos clitorianos también entran en erección cuando nos excitamos, es decir, se llenan de sangre. Por cierto, a mayor excitación, más grandes se hacen y más sentimos.
Sí, posiblemente a alguien esto le haya recordado a lo que pasa con el pene, y es que éste también cuenta con un glande y cuerpos cavernosos y esponjosos que se inflaman con la excitación… Curioso, ¿verdad?
Para finalizar, después de esta pequeña clase de anatomía, me gustaría comentaros que la gran mayoría de mujeres consiguen alcanzar el orgasmo a través de su estimulación directa. Generalmente se suele estimular directamente su parte externa (ya que es la más accesible), pero esto no quiere decir que no se pueda estimular internamente.
Respecto a la estimulación externa, me gustaría dejaros un pequeño consejo, y es que hay mujeres a las que realizar una presión directa sobre el glande puede resultarles algo molesto, sobre todo si no hay una lubricación adecuada. En este caso os recomiendo utilizar saliva o lubricantes, para que así se haga más cómodo y placentero.
Espero que os haya gustado el post y que hayáis conocido un poquito más a nuestro querido amigo. Y recordad, a las amistades hay que cuidarlas y darles la atención que se merecen, con nuestro clítoris no puede ser menos.
Escrito por: Irene Fernández Ibáñez, psicóloga especializada en Sexología Clínica y Terapia de Pareja.
Instagram: @sensetabus